miércoles, 27 de enero de 2016

Los beneficios de los cereales.

Los cereales, sobretodo si son integrales, nos ofrecen múltiples beneficios para nuestra salud, ya que aportan elementos muy nutritivos a la dieta diaria.
Por lo tanto, existen muy buenas razones,para aumentar la cantidad de platos que los incluyan, si actualmente, no somos muy adictos a ellos.

El trigo, el maíz, el arroz, la avena y otros cereales, son esenciales fuentes de almidón.
Esta sustancia, es un hidrato de carbono, como el azúcar, pero se absorbe lentamente, lo que proporciona glucosa en forma contínua y pausada. Esto es conveniente para mantener las energías a lo largo del día, sin subas y bajas.

También, si se consumen cereales integrales, se obtiene una importante cantidad de fibras.
Algunas son insolubles, como el salvado de trigo. Éstas aceleran el tránsito intestinal. Otras que son solubles, como el salvado de avena, absorben colesterol y grasas, previniendo su acumulación en las arterias.


Por otra parte, los cereales aportan proteínas que, combinadas con otras como la leche, el huevo y el queso, permiten reemplazar perfectamente las carnes.

Los cereales, contiene fósforo y algo de hierro. Pero son pobres en calcio, vitaminas A  y C. Combínelos con alimentos ricos en estos nutrientes y podrá aprobecharlos para comidas muy sanas.

Fuente: Salud y Cocina.

Por: Olga Elisabeth Sosa.

jueves, 21 de enero de 2016

Los hongos, un alimento exótico y terapéutico.

Por su fragancia frutada, su contextura carnosa y su exquisito sabor, los hongos, son uno de los alimentos más tentadores que ofrece la naturaleza.
Muchas especies de hongos, tienen comprobadas acciones terapéuticas: contribuyen a hacer descender el colesterol y nos protegen de los problemas cardíacos.


Los hongos crecen en medios acuáticos o en ambientes húmedos, y sus hábitats más comúnes, son los bosques y los prados.
El sombrero o parte superior, es la porción más carnosa y sabrosa del hongo, mientras que el pie o parte inferior, suele ser más fibroso. De acuerdo con estudios llevados a cabo con más de veinte especies comestibles, la composición nutricional de los hongos, es muy parecida a la de los vegetales.
Contienen más de un noventa por ciento de agua, proteínas, azúcares, grasas, carbohidratos, fibras, vitaminas ( sobretodo del grupo B), y sales minerales (en especial, fósforo y potasio).

El hongo además, tiene pocas calorías, carece de colesterol, incluye casi todos los aminoácidos esenciales y su relación sodio/potasio, lo hace ideal para los regímenes cardíacos.
Una advertencia: como la pared celular de los hongos, se compone de quitina y esta sustancia no es degradada por el metabolismo, si se consumen en grandes cantidades, pueden resultar indigestos para algunas personas.

Los hongos pueden incorporarse a la dieta, de muchas formas:
* Crudos, en ensaladas.
* A la plancha.
* Fritos en aceite o manteca, como guarnición de otras comidas como carnes y pescados. También, incorporados  una salsa o a un guiso.

Cabe destacar, que muchas especies son conocidas por sus comprobadas acciones terapéuticas. Tal es el caso del Ganoderma licidum - apelado en Oriente, Reishi o el "hongo de la inmortalidad" - utilizado desde el año 200 a. de C.
Asimismo, está científicamente comprobado que los hongos, bajan el colesterol, e incluso se afirma, por experiencias de laboratorio, que algunos de ellos, son antitumorales.
Es el caso del Shii-take (Lectínula edodes), que ha empezado a cultivarse en algunos países de Sudamérica, y que suele conseguirse seco en los mercados orientales.

Si creías que los champignones no tenían ninguna virtud terapéutica, cambia de opinión. Por el contrario, son una elección muy saludable.

Fuente: Buena Salud.