Muchas personas aún, piensan que el azar rige nuestras
vidas, incluyendo si nos toca
enfermar o no, y qué tan grave pueda ser nuestra
dolencia.
Si bien toda forma de pensar es respetable, (por representar el derecho de elección de cada persona), no es menos cierto que, (afortunadamente, creo yo), se extiende la toma de
conciencia, respecto a cuánto y cómo influyen en nuestra
salud, las
decisiones que tomamos a diario, ya sea en lo que
elegimos pensar, como en los
productos que
seleccionamos para
alimentarnos.
Dependiendo del grado de
conciencia y
responsabilidad, que tengamos para con estas
decisiones, podemos hacer una gran diferencia, entre la
salud y la
enfermedad.
Cuando nuestro
estilo de vida provoca, que el
equilibrio natural de las funciones del
cuerpo y de cada
célula, se altera por falta de una
adecuada nutrición, un correcto drenaje y una buena conexión nerviosa (entre otros), es que sobrevienen las
enfermedades.
De ahí, la enorme importancia de la
calidad de lo que
ingerimos y de ser
conscientes de ello, a la hora de
elegir nuestra
alimentación, a lo largo del día y todos los días.
Nuestro
estilo de vida en cuanto a los
alimentos, y
actitud ante la vida, hacen la gran diferencia en el tiempo en el grado de
bienestar que logremos en forma permanente y por ende, en la
calidad de nuestra
vida.
En primer lugar, ocuparnos de informarnos, conocer y aplicar, respecto a los
aportes y la
calidad de las
bebidas y
comidas que acostumbramos a
ingerir, es la inmensa responsabilidad de cada persona para con ella, y para con quienes la rodean.
Cuando llegamos a cumplir con este punto, en la mayoría de los casos, hay una tendencia a buscar lo
natural, lo menos
contaminado posible y volver a prácticas que, tal vez por simples, hemos olvidado.
Las ideas y
prácticas naturistas surgen así, como una inmejorable opción para
cuidar nuestra
salud, y lo demuestra el hecho, de que han sido usadas en el pasado y siguen vigentes al día de hoy.
No debemos olvidar, que las
prácticas naturistas también atienden los factores socio- culturales, inherentes al ser humano, ya que recomiendan la meditación y la relajación; el desarrollo mental y espiritual altos; una actitud respetuosa ante la Naturaleza y amorosa con nuestros semejantes.
Además del agua, el aire, los alimentos, los seres humanos necesitamos libertad, comunicación, afecto; y cuando satisfacemos todas o la mayoría de estas
necesidades, encontramos un
equilibrio, que nos traduce el estado de
bienestar.
Salud Alternativa.
Gracias por estar aquí!
Olga Elisabeth Sosa.