miércoles, 18 de noviembre de 2015

Enérgicamente en Forma.

No hay nada peor, que sentirse agotado y sin fuerzas, sin energía y fuera de forma.
Las causas de este estado físico particular, se atribuyen a nuestro estilo de vida y a nuestras costumbres alimentarias.
La buena noticia es que, la falta de energía y sus consecuencias, se pueden remediar con constancia y paciencia.


El cuerpo necesita energías, desde las más sencillas como abrir y cerrar los ojos, a las más difíciles, como hacer gimnasia. Por eso, si quieres sentirte todos los días en forma, es importante que produzcas energía y la uses de forma adecuada.
Si esto no sucede, pronto se siente una especie de "bajón" psicofísico: así te sentirás cada vez más cansad@, deprimid@ e indiferente, e irás perdiendo la concentración.
Si te cuesta levantarte por las mañanas, tendrás que analizar el estilo de vida que llevas. ¿Comes correctamente? ¿Dedica bastante tiempo al ejercicio y al descanso? ¿Tomas medicamentos?
Estos son algunos factores que pueden causar tu mayor o menor carga energética.

Con muy poco.

Cuando no se está en forma, el cuerpo consume mucha más energía, incluso para realizar los mínimos esfuerzos, como por ejemplo, subir escaleras. Por el contrario, cuando la forma física es perfecta, se reboza dinamismo.
Por lo tanto, lo aconsejable, es que dediques una parte de tu tiempo, a moverte; basta con caminar o andar en bicicleta, para sentirse muy bien.
Con cierta regularidad, haz 30 minutos de gimnasia, tres veces a la semana, aunque solo sea concentrándote en tu ejercicio preferido.

Cómo Relajarse.

Es importante saber que la energía consumida debe ser "reemplazada". Por eso, es fundamental, concederse el esperado y merecido descanso, tras una jornada de trabajo.
El estrés, es uno de los factores más perjudiciales para la carga energética. A veces, sin embargo, activa el sistema nervioso y puede tener incluso, un efecto positivo en el organismo, pero en la mayoría de los casos, el estrés solo consume una gran cantidad de energía,¡ demasiada!.
No dejes que la tensión se apodere de ti; cuando estés agobiad@ de trabajo, planifica tus compromisos y cumple con los más complicados, cuando te sientas en plena forma.

La Respiración Profunda.

Siempre que puedas, permanece al aire libre el mayor tiempo posible, y has trabajar los pulmones.
En vez de tomar el colectivo, camina. Aprende a respirar profundamente, aspirando por la nariz ( mientras cuentas hasta 10), y espirando por la boca ( contando también hasta 10).
Si pasas mucho tiempo en el trabajo, no te encorves. La postura erguida, permite que el oxígeno circule mejor.

Recargarse con la Comida.

Evita los alimentos azucarados y los estimulantes como el té y el café, que aportan una energía pasajera y luego dejan una sensación de cansancio.

* Sigue una dieta equilibrada basándote en alimentos energéticos, como pollo, pescado, fruta, legumbres y verduras.
*Empieza el día, con un desayuno saludable.
* Bebe mucha agua, infusiones y jugos de frutas.
* Evita las dietas hipocalóricas o el ayuno, porque te sentirás cansad@ y débil, aunque pierdas esos pocos kilos de más.

Quien Quiere Estar Sano, lo Está.

Las reservas de energía pueden agotarse, cuando se está mucho tiempo enferm@ o cuando se toman medicamentos durante un período prolongado. Por ejemplo, con la píldora anticonceptiva, los flujos menstruales son más débiles y no se corre el riesgo de perder hierro; sin embargo, los efectos colaterales que provoca, son considerables. Uno de ellos, es el mismo que se produce, tras la ingestión de antibióticos: el desequilibrio de la flora intestinal. De esto deriva una reducción de las bacterias benéficas y la proliferación de las nocivas.

Recuerda además, que serás tú mism@, la peor enemig@ de tu energía, si no haces nada para cambiar tu vida.

Fuente: Saber Vivir.

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