Los beneficios de la utilización de agua, como herramienta terapéutica, va desde su consumo inteligente y dirigido a la cura de problemas de salud específicos, hasta la aplicación externa con baños y duchas, que posibilitan alcanzar una armonización integral del cuerpo y mente.
El agua, es al mismo tiempo, un remedio de uso interno a través de su consumo, como de uso externo, a través de baños y aplicaciones más superficiales.
El primer nutriente que el organismo necesita, es el agua. Genera energía, disuelve los minerales, las proteínas y otros componentes solubles en la sangre, que a su vez, transporta esos nutrientes y los distribuye por todo el cuerpo.
Entre el 60 y el 70 % del peso corporal, está compuesto por agua. Un 45%, se deposita en los vasos sanguíneos -agua plasmática- y el 16% del peso del cuerpo, se encuentra en el agua extra celular. Por lo tanto, el organismo está constantemente sediento de esta sustancia pura.
El agua contribuye a la disolución de los alimentos en el intestino, dirige los minerales y nutrientes por la sangre, a todas las células del cuerpo y por medio de la orina, elimina los deshechos.
Cada 24 horas, el organismo recicla el equivalente a 4000 vasos de agua, para mantener sus funciones fisiológicas en estado normal. Utiliza entre 6 y 8 vasos del total de agua que hay en el organismo. Es decir, los pulmones absorben 800 milímetros diarios, el aparato urinario, 1 litro, y las heces, 100 milímetros.
Lo ideal, es ingerir entre 8 y 16 partes separadas de agua, a lo largo del día, para mantener las necesidades básicas que el cuerpo requiere y así evitar la deshidratación del mismo. Cuanta menos agua se tome, los riñones tendrán que trabajar más, para concentrar la orina y excrementos, debido a que se acumulará más toxina química.
Los alimentos, son una fuente rica en esta sustancia, puesto que desprenden diez litros de agua por día, y ese volúmen, es reabsorbido por el intestino grueso y el colon.
El cuerpo humano, pierde agua por cuatro vías:
* El riñón, a través de la orina.
* El tubo digestivo, a través de las heces.
* La dermis, por la transpiración.
* El aparato respiratorio, a través del aire que se exhala.
Un buen signo:
Las necesidades de agua en el cuerpo, pueden detectarse a través de la orina:
- Una persona bien hidratada, produce orina prácticamente incolora ( sin contar el color que dan las vitaminas o los aditivos de color de la comida).
- Un individuo con leve deshidratación, presenta una orina amarilla.
- Alguien que se encuentra realmente deshidratado, visualiza una orina anaranjada.
- Si el agua se ingiere en la mitad de la comida, no entorpecerá la digestión drásticamente, como muchos creen, pero la deshidratación durante la comida, sí lo hará.
La deshidratación.
El organismo demuestra su carencia de agua, de muchas maneras:
- Puede ocasionar cuadros de asma y alergias.
- Otros síntomas drásticos, son los dolores en la zona del corazón, cabeza, dispepsia, trastorno de reumatoide y espalda. Malestar en las piernas al caminar, colitis y anginas.
- La deshidratación también se relaciona con la enfermedad del mal de Alzheimer, hipertensión, esclerosis múltiple, distrofia muscular, inhibición de las arterias, por aumento del colesterol en sangre, y diabetes.
Salud Alternativa.
Por tu salud!
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