Esto modifica la naturaleza de los alimentos, desequilibrando el organismo y despojándolo de vitaminas y minerales, esenciales para el cuerpo.
Los beneficios de una alimentación natural, se observan desde el principio. Mejora el rendimiento físico, y el funcionamiento del aparato digestivo e intestinal, y favorece la liberación de toxinas. Además, el cambio a una dieta natural, influye en la reducción de los niveles de estrés.
Los alimentos a evitar son:
* Cereales y harinas blancas refinadas, que contiene poco valor nutritivo.
* Reducir o eliminar el consumo de grasas animales como vacunas, porcinos y bovinos, y productos que la contengan.
* Es conveniente evitar los azúcares refinados, ya que quitan minerales del organismo y aportan calorías vacías, además de los edulcorantes químicos. Se puede reemplazar por endulzantes naturales como la miel de cebada, de arroz, de abeja.
* En ocasiones especiales, puede beberse una copa de vino u otra bebida alcohólica.
* Se deben eliminar las margarinas, los aceites comúnes, las grasas hidrogenadas.
* Evitar galletitas, productos panificados, masitas, tartas, tapas de empanadas, golosinas que no sean integrales y naturales.
* No deben utilizarse alimentos o sustancias envasadas que contengan aditivos químicos. Tampoco gelatinas, caldos, postres, mayonesas, chacinados, fiambres, vinagres comúnes, saborizantes, bebidas colas u otras, que contengan azúcar o edulcorantes químicos.
* Tanto el café, como el mate y el té negro, contienen sustancias estimulantes del sistema nervioso. Se sugiere que su consumo sea el mínimo. Los productos descafeinados, se obtienen mediante el aditamento de solventes.
Por tu salud!
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