miércoles, 15 de abril de 2015

La Alimentación de los Niños.



Usualmente los adultos, nos preocupamos de nuestra propia alimentación, cuando ya comenzamos a sufrir, algunos problemas de salud.
Y, también usualmente, esto sucede cuando hemos pasado ya, por varios cumpleaños.

Aún así, estas situaciones no siempre nos sirven, para alertarnos sobre otro tema súper importante, como es, la alimentación que le estamos ofreciendo/permitiendo, a nuestros niños.

Cuando ya tenemos presente en nuestras vidas, las consecuencias de las elecciones alimenticias, que hemos hecho por años, al menos, deberíamos preguntarnos: ¿qué comen, los niños de mi familia?, ¿ estoy prestando la suficiente atención, a la calidad de los alimentos que ellos ingieren?, ¿ quiero para ellos, la misma o parecida situación de salud, que yo tengo ahora?.

Más allá de lo complicado que pueda parecernos el tema, creo que todos tenemos la enorme responsabilidad, de ocuparnos de él.
Veamos ahora, un aspecto importante: el valor de las proteínas en los niños.

Para su crecimiento, los niños necesitan el aporte de proteínas de alto valor biológico, que proveen las carnes y los lácteos animales.

Cuando la familia no come estos productos, puede reemplazarlos por alimentos que contengan los ocho aminoácidos esenciales, para la construcción y reparación celular, que se encuentran en numerosos alimentos vegetales, entre ellos: el mijo, la soja y sus derivados, frutas secas, almendras, nueces, y semillas como sésamo, zapallo, etc.

También, la combinación en una comida, de un cereal y una leguminosa, garantiza las necesidades proteicas.
Por ejemplo; cuatro cucharadas de trigo y una cucharada de poroto aduki.

Cambios junto al crecimiento.

Los lácteos, pueden tomarse en pequeñas cantidades y siempre, bajo la siupervisión del pediatra, pues a muchos niños, les causa reacciones alérgicas.

Las grasas animales, no son necesarias, ya que el humano las sintetiza; y el niño tampoco debe ingerir margarinas o productos elaborados con aceites hidrogenados (grasas trans), que se encuentran ocultos en numerosos productos a la venta, como por ejemplo, los helados.

Una pequeña cantidad de aceite de primera presión en frío o extra virgen, será suficiente para el aporte de los ácidos grasos buenos.

Desde pequeños, los niños deben acostumbrarse a comer frutas a gusto, jugos cítricos u otros, combinados con verduras como zanahoria, que son dulces y no necesitan el agregado de azúcar.

Una porción de ensalada cruda y variada, aportará una gran riqueza en vitaminas y minerales. De todos modos, cuando el niño va creciendo y logra autonomía, suele comenzar a seleccionar las comidas y muchas veces, rechaza aquellas muy coloridas.

Con el fin de variarlas, se pueden hacer preparaciones cremosas de verduras diversas (procesadas); por ejemplo, como relleno de verduras, tartas, empanadas, arrollados ... y de esta forma, tener un color uniforme.

También, se puede agregar un poco de queso duro (rallado) o blando, con el fin de realzar un poco el gusto.

La comida de los niños más grandes, deberá ser condimentada a discreción, a fin de que se acostumbren, a reconocer los gustos naturales de los alimentos.

Lo ideal, es que los niños coman los alimentos, que la madre prepara para toda la familia.

Salud Alternativa.

Desde ya te doy las gracias, si decides compartir esta información.











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