Una dieta rica en lácteos y verduras, puede ser de gran utilidad, para prevenir éstas enfermedades.
Almendras.
Algunas fuentes de calcio, pueden ser una sorpresa. El dato es contundente: 100 gramos de almendras (3/4 de taza), contienen alrededor de 280 mg de este mineral, más, del que aporta media taza de yogur y cercano a lo que se consigue bebiendo una taza de leche.
Proporcionan muchas calorías (alrededor de 600 gramos en 100 gr, ; las mismas, que dos bolas de helado), pero, tienen vitamina E, proteínas y hierro, elementos todos ellos, de gran valor para el organismo. En cuanto a las grasas, la mayoría son insaturadas, lo que las convierte en aliadas del corazón.
Buen aperitivo: las almendras fritas (siempre en aceite de oliva), quedan exquisitas espolvoreadas con especias.
Pero además, acuérdate de ellas cuando, por motivos laborales no hay tiempo para un almuerzo completo. Un puñadito de almendras, te da los nutrientes necesarios para aguantar hasta la cena.
Leche.
Es un alimento básico, ya que aporta 316 ml de calcio, por taza. Tiene aún más ventajas, gracias a otros nutrientes como el potasio, magnesio, y vitamina D, que trabajan en estrecha e imprescindible colaboración con el calcio, en el fortalecimiento de los huesos.
Se pueden adquirir varios tipos de leche: descremada, pasteurizada, esterilizada, concentrada, en polvo, envasada o evaporada.
¿ Cuál elegir? Sin duda, la leche descremada, ya que está desprovista de grasas, contiene menos calorías y aporta más calcio, que el resto del grupo.
Otras fuentes: para quienes no gusten de la leche, es bueno recordar que se puede sustituír por queso, siendo un alimento mucho más concentrado, ya que, 40 gr de queso, es lo mismo, que un vaso de 250 ml de leche.
Soja.
La soja, (granos, brotes, salsa, aceite ...) empiezan a ocupar un importante papel en la alimentación. Los científicos han descubierto, que la planta, es rica en genisteína, una sustancia protectora, frente a diferentes formas de cáncer.
Las células cancerosas de mamas y ovarios, están estimuladas por estrógenos; la ginesteína, interrumpe ese proceso, impidiendo la formación de capilares alrededor de las células cancerosas, impidiendo que se alimenten.
Además, los huesos, son sujeto de la acción benéfica de esta legumbre. Los científicos han comprobado que la ingestión de suficiente proteína de soja (tofu, leche ...), fortalece los huesos y reduce el riesgo de fracturas.
¡ Bébetela! Añade a la leche o jugo, unas cucharadas de proteína de soja.
Alimentos que Sanan.
Por tu salud!
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